Concejales de Coquimbo reafirmaron compromiso de apoyar la gestión del alcalde Marcelo Pereira en todo lo que tiene relación con ordenar el borde costero que está en las afueras del Mercado del Mar y la Feria de Abastos, esto a raíz de las protestas que realizaron los vendedores ilegales de pescados y mariscos que se encontraban afuera de las obras donde se emplazará el nuevo edificio gastronómico del sector, al enterarse que serían desalojados. Así lo hicieron ver los integrantes del cuerpo colegiado en la sesión ordinaria número 40 del Concejo Municipal realizada este miércoles 3 de enero en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso.

El administrador municipal, Patricio Reyes, destacó que existe la voluntad de la primera autoridad comunal para resolver este tema a la brevedad. “La decisión del alcalde Marcelo Pereira es que se acabe el comercio ilegal en tres sectores fundamentalmente, en el costado del Mercado del Mar, afuera de la Feria de Abastos y en el sector de Peñuelas, por lo que el Municipio, después de muchas conversaciones y rondas de trabajo, incluso con los mismos integrantes de los sindicatos que los agrupan, coordinó una mesa donde están distintos servicios públicos, para resolver el problema y reordenar el borde costero”.

La necesidad de ordenar este tipo de comercio obedece a una serie de elementos que se deben tomar en consideración. “La decisión del alcalde es erradicar estos tres puntos de comercio ilegal por todas las externalidades negativas que tiene, ya que aparte del no pago de patentes, derechos e impuestos, está la competencia desleal que se produce con los legalmente establecidos. Además, hay un tema sanitario porque hay riesgos de intoxicaciones con todo lo que eso significa, por lo que no queremos mantener esta suerte de impunidad que han tenido”.

Reyes también dijo que hay una gran voluntad para ayudarlos a reubicarse en un lugar que cumpla con todas las normas para que así puedan trabajar de manera tranquila, segura y que incluso les permita postular a fondos provenientes de algunos organismos del Estado. “La idea es colaborar con ellos para que regularicen su negocio, lo que no significa que por seguir esperando una solución social o de emprendimiento, vamos a permitir que se mantengan en la ilegalidad eternamente”.

La venta de productos del mar en lugares no permitidos se arrastra desde el tsunami del 2015, cuando algunos comerciantes comenzaron a instalarse en forma circunstancial en estos sectores para así generar ingresos, sin que hasta la fecha regularicen su situación.

Durante la tarde, funcionarios municipales junto a los citados comerciantes, trabajaron en la limpieza del sector y en la habilitación provisoria de otro sitio donde puedan vender sus productos hasta que se encuentre una solución definitiva al problema.