El Municipio de Coquimbo, a través del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), ha reforzado y potenciado la educación, preocupándose de manera particular y exhaustiva de aquellos niños, niñas y jóvenes que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE).

Para avanzar en una política de educación especial, DAEM centra su trabajo en tres temáticas centrales: la promoción e implementación de un enfoque inclusivo que asegure una educación de calidad a los estudiantes con discapacidad o que enfrentan mayores barreras para participar y aprender, la institucionalidad del sistema educativo y propuestas de políticas para favorecer una educación inclusiva y por último, las condiciones y mecanismos de financiamiento que faciliten el desarrollo de establecimientos educativos inclusivos.

Cumpliendo con estos lineamientos, Coquimbo ofrece a los alumnos con capacidades diferentes, la oportunidad de estudiar en diversos recintos educativos, entre ellos, la Escuela Diferencial Juan Sandoval que entrega atención personalizada a estimulación temprana, desde Pre-Básico a cursos Básicos; en otros recintos municipales, donde el alumno tiene a su disposición un profesor de educación diferencial que le enseña de acuerdo a sus características; y el Centro Laboral Jean Piaget, que atiende a jóvenes entre 16 y 26 años, enseñándoles un oficio como la carpintería, soldadura, cerámica o agricultura.

Jaime Valenzuela, Jefe DAEM, explicó que en Coquimbo se trabaja para entregar una educación que responda a las necesidades de los estudiantes de manera particular, entregando una educación de calidad, integral y para TODOS “cuando hablamos de inclusión nos referimos a que no puede haber distinción entre los alumnos y así nos hemos proyectado, por ejemplo: en ningún establecimiento particular o particular subvencionado van a tener un profesor que cuide y eduque de manera particular a un solo alumno y entendemos que esta es una inversión alta, pero estamos dispuestos a realizarla, en el entendido que el desarrollo de estos alumnos, en estas condiciones, solamente en la educación pública se puede realizar”.

Capacitación e importancia del Equipo de Profesionales

Para el Departamento de Educación porteño, un apoyo primordial para quienes presentan NEE es contar con profesionales idóneos, por ejemplo fonoaudiólogo/a, psicólogo/a, profesor/a diferencial, terapeuta ocupacional, asistente social, entre otros, que son capacitados constantemente para entregar una clara orientación de cuáles son los requerimientos de los estudiantes que presentan NEE.

Camila González, Educadora Diferencial del Programa de Integración Escolar (PIE), ingresó al establecimiento educacional Santa Cecilia para trabajar personalmente con un alumno que presenta NEE “mi labor se enfoca en los requerimientos específicos de mi estudiante, por ejemplo en reforzar su autonomía, trabajar la coordinación visomotora, fortalecer la parte social para que interactúe con sus compañeros, además trabajamos en conjunto con todo el equipo de profesionales para ver la parte motora gruesa y el desarrollo del lenguaje”.

Trabajo con la familia

Es fundamental la familia y el apoyo que puedan entregar los profesores en pro de beneficiar a los estudiantes, esto solo se puede lograr con un trabajo común, incorporando a padres y/o apoderados a la labor escolar, dando orientaciones de cómo deben trabajar en la casa “si un apoderado tiene un hijo con déficit atencional le entregamos una estructura clara, con una rutina de estudio breve y precisa, o si el niño/a tiene discapacidad intelectual las metodologías de trabajo deben ir apoyadas de elementos significativos. Con esto quiero señalar que la integración de cualquier persona con NEE, sea la que sea, es responsabilidad de todos, de la sociedad, de la escuela y de la familia” subrayó Jaime Valenzuela.

Por su parte, María José Peralta, mamá de Joaquín Rojas, alumno del Colegio de Artes Claudio Arrau, diagnosticado con Síndrome de Down; compartió lo difícil que fue encontrar una escuela para su hijo y como ha sido esencial la relación con los docentes “golpeé muchas puertas, fue muy complicado y pregunté en este establecimiento con pocas esperanzas, pero aceptaron a mi hijo inmediatamente y eso fue un alivio para mí y mi familia. Debo agradecer el cariño y la educación que le entregan a mi hijo, además el trabajo que las educadoras realizan con él e incluso conmigo es muy bueno, hay una excelente comunicación y disposición”.

Jessica Contreras, mamá de Cristóbal Araya, un niño de 9 años que ingresó el año pasado al Colegio Santa Cecilia y que presenta un multidéficit producto de su trastorno de lenguaje, discapacidad intelectual severa y escoliosis; dijo que su hijo ha tenido un importante avance “nunca pensé que aquí mismo donde vivo y donde yo estudié iba a encontrar la respuesta para mi hijo porque aquí hay una profesora que lo atiende de forma exclusiva. Cristóbal es otro ahora, he visto la diferencia, está más independiente, quiere hacer sólo sus cosas, en cuanto a educación ha mejorado su motricidad fina, descubrí que es muy bueno con las manualidades, todas esas cosas él antes no las hacía, estoy muy agradecida porque dejó a mi hijo acá y me voy a la casa tranquila porque sé que está en buenas manos y eso es impagable”.

Las principales acciones para la integración, instauradas por el DAEM de Coquimbo, se relacionan con modificar los Proyectos Educativos, capacitar a los docentes, sensibilizar a la comunidad educativa, incorporar a padres y apoderados, flexibilizar el currículum, implementar sistemas de apoyo, valorar el proceso educativo por sobre el producto clasificatorio, incrementar recursos materiales y humanos que puedan asumir de manera adecuada y responsable, dando respuesta a las necesidades que presenta la nueva población escolar que implica cada vez más, reconocer las diferencias que existen entre los seres que conforman el sistema educativo y la sociedad en general.